jueves, 24 de marzo de 2011

¿Por qué me decidí a construir este blog?


Varias personas, en diferentes tiempos, me habían sugerido que lo hiciera. En especial  la más insistente lo fue mi sobrina Teyita, que actualmente vive en Washington, D.C. y por fin aquí estoy, emocionado como niño con juguete nuevo.
Por lo pronto no tengo a nadie que me asesore sobre cómo manejar un blog. Ya me he dado cuenta que son muchas las herramientas que se pueden utilizar y hacer un espacio bastante entretenido. Lo repito, aprenderé poco a poco, lo prometo. Solo necesito tener más tiempo para dedicarle a ello. 
 
Este blog resulta una herramienta muy importante para mí, porque sé que me ayudará a crecer como persona en el sentido integral de su concepto. Plasmar aquí lo que soy, lo que he sido, mis ideas, mis principios, me forzará a ser congruente en mi futuro.
No pretendo hacer de mí una imagen para venerar, ni siquiera para admirar, basada en la posesión de un duchado de virtudes que no poseo. Deseo solo plasmar pensamientos y experiencias en las que cada quien observará, según el “traductor” de su corazón si proceden de mi positividad o de mi negatividad. Sé que he cometido muchos errores en el transcurso del caminar por  mi vida, pero sigo adelante corrigiéndolos y tratando de no volver a caer en ellos. Todas las caídas que he tenido en mi vida ya me las he perdonado, sobre todo al comprender la fragilidad de lo que estoy hecho, que son consecuencia de mi humanidad y que esa sutil  voz, desde la esencia y profundidad  de mi ser, que no deja de susurrarme en mi corazón me llama a levantarme de nuevo y seguir adelante.



Estoy abierto a las sugerencias para superarme, a la  crítica. Sabré discernir y aprovechar para mí constante superación la crítica constructiva y solo mirar pasar la crítica destructiva. Agradeceré siempre los consejos o recomendaciones de aquellas personas bienintencionadas, tan fácil de identificarlas por su luz. Pero les aseguro que pediré a Dios  Bendiciones, tanto para los bienintencionados como para los que expresen críticas destructivas, porque estos últimos son inocentes y estoy seguro que dan lo mejor de sí, que nadie da lo que no tiene. Del corazón solo puede salir lo que hay dentro de él. Yo creo en la inocencia de estas personas, de aquellas que han sido víctimas de su condicionamiento, del entorno en que crecieron y que tal vez no eligieron para ellos, pero los envolvió y no han tenido su oportunidad para despertar hacia la positividad, hacia lo constructivo, empezando por ellos mismos y desparramando esa bonanza de su vida, hacia la colectividad, hacia el bien común.  







“Este es el día más importante del resto de mi vida”
Hay que vivirlo con los pies en la tierra, estando consciente de que no se volverá a repetir. Mañana ya habrá pasado y sus oportunidades también. Lo disfrutaré en mi trabajo, en compañía de mi familia y amigos, en mis ratos de soledad y compartiéndolo con ustedes, amables lectores. Me esforzaré siempre para darles lo mejor de mí. Lo malo que me ocurra en este día lo pondré en manos de Dios, para que El, con su infinita ternura, me ayude a corregirlo y afrontarlo con dignidad.

 
SALUDOTES

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